!Ay! que tarde milagrosa, una sola en todo el año, que si de
la muerte me espanto, !Es por la pena Dios mío de no verte el Jueves Santo! Que
mirar el de tus ojos, que latir en mis latidos, que levantada de tu paso, que
prisión la de tus suspiros. Que dolor en las entrañas. La noche se ha
estremecido, al ver en trono de plata el Silencio de un Cautivo
El corazón en un puño, que se va acercando el momento, y Ferrol
ya lo sabe, que, a pesar del cirineo, mañana al medio día no podrás con el
madero. Y lo sabe el que sujeta la cuerda que te hace prisionero y el testigo
sanedrita que lee Tu sentencia. El soldado que da la orden y el que impaciente
la espera, los claveles que son testigos, los candelabros que te iluminan, los
nazarenos que van delante y los cofrades que te admiran. Los músicos que van
detrás y se emocionan al verte, el creyente que te espera y los que van de
penitentes. La gente que se agolpa, el mayordomo que te guía, los hombres que
te llevan y todos los que a mirarte se atrevan. Todos pensamos lo mismo: que
cuando tu paso varía, se siente emoción tan honda por culpa de tu dotación que
aplaudirle es necesario. Por el dolor de sus riñones por levantarte a pulso,
por aguja y ese venga de frente, por mecerte sobre el recuerdo, por valientes portadores
y por llevarnos al cielo, en una calle cualquiera ¡al entrar con el izquierdo!
El Jueves Santo caminaremos detrás de Nuestro Padre Jesús
Cautivo en Su Prendimiento de nuestra corporación de Amboage. Un año más en el
que poder rezarle al Cautivo y de respirar la noche del Jueves Santo en la
plaza de Amboage. Un año más para sentir los adoquines de Méndez Núñez bajo
nuestros pies mientras la plaza entera le aclama y la banda se consume en el
último aliento para llevar el Cautivo hasta arriba.
Cautivo 2015-2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario