Y después de tanto esperarlo,
llegó el Miércoles Santo,
con su tarde de luz morada.
Viene con luz que da la vida, entre tramos penitentes,
luz que en cada esquina, es luz que esquiva la angustia de
la gente
y a hombros de sus braceros
se ha parado el tiempo
para que en las calles puedan ver sin miedo
a ese Nazareno, a el
Señor de Oviedo
La luna aguarda para jugar traviesa ante la sobria fachada
de Santo Domingo.
Silencio todos, callad, un momento de silencio,
que están abriendo las puertas
Y Jesús el Nazareno
Va cortando la tarde
Como cualquiera de sus claveles abiertos.
Su caminar es cansino
Jadeante, exhausto, lento….
Y la mueca de su cara
Llena de arroyos bermejos
Causa un dolor
Que nos llega a lo más hondo del pecho
Sacadlo poco a poco, despacito
Poquito a poco, ayúdale bracero
¿No ves que ya no puede
con la carga del madero?
El miércoles de ceniza suscribíamos el acuerdo que nos une con la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Oviedo.
En el atardecer del Miércoles Santo la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno sale a las calles de Oviedo. La estación de penitencia comienza a las ocho de la tarde en la iglesia conventual de Santo Domingo. El trono del Señor de Oviedo sale del templo, escoltado por gastadores del R.I.L.A.T. Príncipe nº3. de Asturias. Este año la hermandad utilizará la antigua canastilla, más baja, para que el Señor, tras dos años sin ver las calles, pueda estar más cerca de Su gente. San Pedro de Mestallón, Marqués de Gastañallaga, Magdalena, Plaza de la Constitución, calle Jesús, Pozos, Ramón y Cajal, Plaza Porlier nos llevarán hasta la catedral.
400 Años se celebran este año de la cofradía y 1200 de la catedral ovetense. Sin duda una gran efeméride en la capital asturiana.
Miércoles Santo en Oviedo. Segunda capital de esta Semana Santa en la que todo vuelve a comenzar.
Miércoles Santo con el Señor de Oviedo
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