“Y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!” (Mt 27, 29).
El Jueves luce el sol
que se anuncia en la mañana, y trae melodías en el viento,
voces bienaventuradas,
mucha sonrisa sincera
que se acerca hacia la capilla
para ver subir Nazareno, Ecce-Homo y Paso
cruzando desde el atardecer en Noal
hasta la Atalaya en el ocaso.
Un año más en la tarde de Jueves Santo nos acercaremos hasta Porto do Son para acompañar a sus sagrados Titulares en su estación de penitencia. Agradecemos la renovada confianza depositada en la agrupación.
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