Este pasado fin de semana festejamos Santa Cecilia, nuestra
patrona. Un fin de semana intenso, de nervios, de trabajo, de pasión, pero
también de fiesta y celebración. Pero sobre todo de amor por lo que hacemos,
por la pasión que sentimos, por el gusto por la obra bien hecha.
Y llegó el gran día. Atrás quedaban ensayos, preparativos y
un montón de trabajo.
No es necesario desgranar todos los pormenores del
concierto. Hubo muchas cosas que se quedarán en nuestra memoria. Empezábamos de
nuevo un ciclo, Uno de ir poniendo música por los templos del Ferrol
histórico y volvíamos a San Julián, el
portentoso templo dieciochesco espejo de aquel Ferrol ilustrado. Teníamos que
aguardar fuera, esperando por la finalización de la eucaristía. El frio atenazaba
los metales pero no lograba enfriar los nervios y la pasión en los corazones
más jóvenes.
Y comenzó. Comenzó con toda una declaración de ferrolanía,
de emoción, puesta en la voz de Merce Zaera que nos hablaba de celebrar la
vida. Y así, con el corazón encogido, con los instrumentos helados, comenzábamos
a llenar la concatedral de melodía, arropados por un montón de amigos que
quisieron acompañarnos en este día. Desde la junta de cofradías encabezada por
su presidente, hasta la Meiga Mayor infantil de las herculinas hogueras de San
Juan; nuestra querida cofradía de Dolores, nuestros hermanos de la compostelana
Humildad, mayordomos, compañeros de otras bandas, portadores, cofrades, familiares, amigos….
También quisimos hacer algo distinto en esta ocasión y así
lo pusimos en marcha. En nuestro primer estreno de la noche estuvimos
acompañados por varios compañeros de la Banda Ferrol de la Cofradía de Dolores.
Ellos animosamente, se tomaron el trabajo de aprender una obra, bastante
compleja sea dicho, para celebrar la patrona con nosotros, para atender nuestra
invitación. Una bonita experiencia que creo repetiríamos más a menudo todos. No
sólo por el hecho de tocar algo, sino por toda esa convivencia en nuestro local,
esos grupos nutridos de componentes de la banda pasando unas horas de su tiempo
entre las cuatro paredes de nuestro local. Gracias por vuestro esfuerzo. No es
fácil adaptarse a un estilo, a una forma de hacer las cosas que no es la tuya.
Se estrenaron varias obras este día. Se quedaron en los
bancos de San Julián varios componentes que dentro de unos meses vestirán el
uniforme. Se vivieron muchas cosas, como siempre. Nos ha llegado el cariño de los asistentes, con una larga ovación en
pie a la finalización del concierto que aún a estas horas resuena en nuestros oídos.
Desde estas líneas, a todos, GRACIAS por darnos tanto.
Ya el domingo celebraríamos la tradicional comilona de Santa
Cecilia que se prolongó hasta la noche entre juegos, charlas y la celebración
de los tres cumpleaños de esta semana.
Gracias a cuantos habéis hecho posible este fantástico fin
de semana musical. Gracias a nuestro público incondicional, desde el que
aplaudió dentro del templo hasta el que no pudo asistir y envió mensajes desde
varias partes de nuestra geografía.
Gracias a nuestro director Esteban Barcia que encabeza el
equipo de profesores.
Gracias a nuestras esforzadas madres que como es habitual se
ocuparon de un sinfín de cosas.
Gracias a todos los
músicos que se involucraron en este concierto.
Gracias Merce por tu emotiva palabra.
Gracias a la parroquial de San Julián por permitirnos tocar en este magnífico templo.
Gracias a Moncho y a Bea por las fotos.
Gracias al Tirso de Molina por todas las facilidades
prestadas.
Y sobre todo, gracias a ese puñado de componentes que todavía
os ponéis nerviosos cuando llega la patrona. Quiere decir que aún sentís pasión
por cada nota que sale directamente de vuestros corazones y que vuestra banda
está logrando que Santa Cecilia sea una costumbre en el calendario cultural
ferrolano.
VA
1 comentario:
Gracias a todos vosotros por recibir con los brazos abiertos un anaco de mi VIVO (gracias, Padre Dios) corazón. Yo también soy Amargura. VA!
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